Paisaje de Fuego y Sangre de Borja Barrero Ramos
Por sus venas corrían ríos de corrupción y conspiraciones, que formaban el centro de todo el reino y ni aun así cuestionó nunca la manera que tenían de hacer las cosas allí. Podía soportarlo porque también veía las cosas buenas, por las que merecía la pena luchar. Hasta el día en que un solo hombre destruyó todo en lo que creía. Ese día comprendió, que nadie está a salvo de la corrosión que provoca aquel mundo, que hace que unos pocos gobiernen sobre las vidas de miles de hombres
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