Piso para dos de Beth O'Leary
—Siento muchísimo lo de anoche —empiezo a decir. Leon niega con la cabeza. —Por favor, no te disculpes. ¿Qué culpa tienes tú? —Bueno, yo salí con él. Por voluntad propia. Mi tono es ligero, pero Leon frunce el ceño. —Las relaciones de ese tipo dejan de ser «por voluntad propia» enseguida. Hay muchas formas de que alguien consiga retenerte a su lado, o convencerte de que es lo que deseas. |