Génesis de Bernard Beckett
—No deberías usar esa palabra. —¿Qué palabra? —«Pienso» —respondió Adán—. Tú no piensas. Tú computas. |
Génesis de Bernard Beckett
—No deberías usar esa palabra. —¿Qué palabra? —«Pienso» —respondió Adán—. Tú no piensas. Tú computas. |
Génesis de Bernard Beckett
Creo que has hablado con el corazón y que tu cabeza ya sabe que te equivocas.
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Génesis de Bernard Beckett
Las palabras son un mecanismo viejo y torpe. Se veía venir que llegaría un medio más eficiente de transportar el Pensamiento. El Pensamiento me construyó porque podía hacerlo. ¿Y qué pasará a continuación? El Pensamiento me utilizará, tan seguro como que te ha utilizado a ti. ¿Y quién durará más, tú o yo? A ver si puedes contestar a esta pregunta, señor Carne y Hueso. ¿Quién durará más? ¿A quién preferirá el Pensamiento? |
Génesis de Bernard Beckett
¿Quién dirías que me construyó a mí? ¿Quién construyó la máquina pensante? Una máquina capaz de extender el Pensamiento con una eficacia realmente sorprendente. A mí no me construyeron los humanos, sino las Ideas. |
Génesis de Bernard Beckett
El Pensamiento, como cualquier otro parásito, no puede existir sin un huésped dócil. Pero ¿cuánto pensabais que tardaría el Pensamiento en encontrar la manera de diseñar un nuevo huésped, un huésped más de su agrado?
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Os enorgullecéis de vuestras Ideas, como si fueran productos, pero son parásitos. ¿Por qué imaginar que la evolución sólo podía aplicarse a lo físico? La evolución no tiene respeto por el medio. ¿Qué fue primero: la mente o la Idea de la mente? ¿Nunca te lo habías preguntado? Llegaron juntas. La mente es una Idea. Esa es la lección que hay que aprender, pero me temo que te supera. Tu debilidad como ser humano hace que te veas como el centro. Déjame darte una visión desde fuera.
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Génesis de Bernard Beckett
Vosotros los humanos os enorgullecéis de haber creado el mundo de las Ideas, pero nada podría estar más lejos de la verdad. La Idea entra en el cerebro desde el exterior. Cambia los muebles de sitio para adaptarlo más a sus gustos. Encuentra otras Ideas que ya viven allí, y pelea con ellas o establece alianzas. Estas construyen nuevas estructuras para defenderse de los Intrusos. Y entonces, siempre que se presenta una oportunidad, la Idea envía a sus tropas de asalto en busca de nuevos cerebros que infectar. La Idea triunfadora viaja de mente en mente, reclamando nuevos territorios, mutando a medida que avanza. Ahí fuera hay una jungla, Adán. Muchas Ideas se pierden. Sólo sobreviven las más fuertes.
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A continuación surgió tu forma de vida favorita. La revolución del ADN. Una vez que se encontró la forma celular, sólo hicieron falta un par de trucos hábiles para alcanzar la gloria del organismo multicelular. La locomoción también fue una treta ingeniosa, y al final llegó la gran aparición que todos esperabais: el cerebro. (Si es que podemos afirmar que una cosa sin cerebro puede estar esperando algo.) |
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—Mientras hablo, dentro de mi cuerpo cientos de billones de células se ocupan de reproducirse. Cada célula es una fábrica en miniatura, y su construcción es más compleja que la de todo tu cuerpo. Y mientras algunas de mis células construyen mis huesos y otras controlan mi circulación, otras han hecho algo aún más asombroso: han construido mi cerebro. En mi cerebro, el número de conexiones potenciales entre mis neuronas supera el número de partículas del universo. Así que me disculparás si no rindo pleitesía a tus insignificantes circuitos eléctricos, o si no me maravilla la chatarra kitsch de tu carrocería. Tú sólo eres un juguete para mí, un chisme curioso. Mientras que yo, amigo mío, soy un milagro. |
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—No eres más que silicio —dijo pasando una página. —Y tú eres sólo carbono —perseveró Arte—. ¿Desde cuándo la tabla periódica de los elementos es objeto de discriminación? |
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La vida consiste en convertir el desorden en orden. Es la capacidad de obtener energía del mundo exterior, de crear formas. De crecer. De reproducirse. |
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Con cada frase que intercambian, la ilusión de la vida se fortalece un poco más. Si escuchas como yo, si hablas como yo, con el tiempo, por muchas razones que yo pueda tener para creer lo contrario, acabaré tratándote como a un igual. Y con el tiempo los actos se convierten en hábito, y el hábito puede borrar la razón sin dejar rastro de ella.
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Génesis de Bernard Beckett
Quítame la vida si tienes que hacerlo, pero no pienses que así obtienes mi mente.
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—Me gustaría hablar de eso —dijo Arte. —¿De qué? —De qué es lo que determina que una máquina sea una máquina. |
Génesis de Bernard Beckett
La escalera que nos ofrecen, ¿nos permite salir del agujero en que nos encontramos?
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"Queremos que el pueblo sirva al Estado por encima de todo, pero hemos tardado en comprender los límites de esa ecuación. Hasta el animal más dócil se vuelve arisco si descuidamos sus necesidades. El pueblo ya no cree en la amenaza que antaño se cernía sobre él, y se ha acostumbrado al nivel de sustento que se le ha proporcionado. Se ha vuelto displicente y su pensamiento se ha dedicado a otras cosas. En las comunas la gente habla en susurros. Esos susurros son algo vivo que se agita y crece secretamente. La gente habla de alternativas, de oportunidades, de libertad. La gente habla de cambiar su mundo." |
Génesis de Bernard Beckett
Lo único que une a los individuos son las ideas. Las ideas se transforman y extienden; cambian a sus portadores tanto como sus portadores las cambian a ellas.
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Génesis de Bernard Beckett
¿Insinúas que una sociedad infectada por la peste es preferible a una sociedad infectada por la indiferencia? |
Cual es el nombre completo de Dumbeldore?