La tragedia del girasol de Benito Olmo
Supo que se había ganado la antipatía de todo el grupo y, para celebrarlo, cuando llegó la cerveza la alzó en su dirección a modo de saludo. Solo uno de ellos levantó tímidamente su refresco, sin saber muy bien a qué venía aquel brindis, mientras los demás gorilas continuaban mirándolo sin disimular su irritación.
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