![]() |
Del mono al sapiens: Una historia de la humanidad de Bengt-Erik Engholm
Un dios castigador Todo el poder era de Dios, decían los líderes religiosos. Crearon historias de un poder divino que podía castigar a la gente que no acatara las normas. Y nadie quería meterse en líos con Dios. Sus leyes se convirtieron en algo que la gente tenía que obedecer. Un ejemplo son «Los diez mandamientos de Dios», que acabaron en la sagrada escritura del cristianismo, la Biblia. Las plagas, las malas cosechas, las enfermedades e incluso la hambruna se interpretaban como castigos de Dios cuando vivíamos en pecado. Eso era lo que los líderes religiosos podían llegar a contarnos. Los mitos sobre un dios severo ayudaron a los gobernantes a acumular más poder sobre el pueblo. |