Aunque llueva fuego de Beatriz Esteban
Hay días en los que me despierto soñando tanto y viviendo tan poco que vuelvo a tener cuatro años. Siento lo mismo que cuando soñaba con ser bombero o policía, pero me quedaba en casa de brazos cruzados, esperando a que el sueño cayera del cielo. Y al día siguiente me despierto y siento que tengo cien años, y que mis sueños no son más que caprichos de niños. ¿No te pasa a veces lo mismo? ¿No hay días en los que sientes que tu vida acaba de empezar, y otros en los que te parece que cargas con cientos de años a la espalda?
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