Gozo de Azahara Alonso
… yo solía pensar que la rutina es una de las peores imposiciones, pero no tiene por qué resultar tan inconveniente. Puede haber un ritmo —de vida o de trabajo— que nos enseñe, dentro de lo mismo, a descubrir las variaciones, a manejar los tiempos mientras interpretamos y perfeccionamos la pieza de nuestra obligación de ser. Es la virtud de la repetición.
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