La caja de los miedos de Arantxa García Roces
Margot le miró a los ojos: dos pozos negros, oscuros como el fango que sepultaba a los soldados de ambos bandos. Aquella guerra había sido un negocio fructífero para ella, le había permitido pagar sus deudas y disfrutar de los lujos que siempre había ansiado. Pero vivir a costa del dolor de otros, aunque no fuera la causante, había de tener un precio enorme. Margot se preguntó si había empezado a pagarlo.
|