Nocturno hindú de Antonio Tabucchi
[…] también yo sentí el peso de la memoria, y al mismo tiempo su inadecuación. ¿Qué es lo que se recuerda de un rostro, en el fondo? No, no tenía una fotografía, tenía tan solo mi recuerdo: y mi recuerdo era solo mío, no podía ser descrito, era la expresión que yo tenía del rostro de Xavier. Pág. 25 |