Cabeza de Vaca de Antonio Pérez Henares
La envidia corroe de continuo la mente de aquellos a los que ha logrado dar mordisco.
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Cabeza de Vaca de Antonio Pérez Henares
La envidia corroe de continuo la mente de aquellos a los que ha logrado dar mordisco.
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Cabeza de Vaca de Antonio Pérez Henares
Si hay alguien que mienta más que un soldado es quien pretende haberlo sido.
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El juglar: La voz del Cantar de mio Cid de Antonio Pérez Henares
Siempre se envidia a otro, aunque sea solo por verlo disfrutar de la más pequeña cosa. Si no tienes al menos un enemigo es que no vales nada.
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La canción del bisonte de Antonio Pérez Henares
—Hay que fijarse en ese algo que está ahí y no debiera estar. Que no es una rama seca, sino una cuerna, que no es una roca, sino una giba, que no es una mata, sino un animal tumbado. Hay que ser uno el quieto, y que sea la presa la que mueva, aunque sea una oreja.
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La canción del bisonte de Antonio Pérez Henares
Le pusieron el nombre, Nublo, por su piel, su pelo y el color de los ojos. Ellos la tenían pálida, el pelo jaro y los ojos claros. El hijo de la Oscura, a la que capturaron al otro lado de las montañas, no lo era tanto como su madre, a la que mató en el parto, pero su piel era del color del barro claro, el pelo del de los tizones de la hoguera y los ojos, que destacaban el blanco que los rodeaba, como el del légamo.
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El platillo llamado Duelos y Quebrantos (torta de huevos, jamón y chorizo) aparece en: