La canción del bisonte de Antonio Pérez Henares
Le pusieron el nombre, Nublo, por su piel, su pelo y el color de los ojos. Ellos la tenían pálida, el pelo jaro y los ojos claros. El hijo de la Oscura, a la que capturaron al otro lado de las montañas, no lo era tanto como su madre, a la que mató en el parto, pero su piel era del color del barro claro, el pelo del de los tizones de la hoguera y los ojos, que destacaban el blanco que los rodeaba, como el del légamo.
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