El rastro de Antonio Ortuño
En el fondo, debo reconocer, mi miedo consistía más bien en que la cartita quedara allí para siempre, crucificada en el corcho como testigo de mi fracaso.
|
El rastro de Antonio Ortuño
En el fondo, debo reconocer, mi miedo consistía más bien en que la cartita quedara allí para siempre, crucificada en el corcho como testigo de mi fracaso.
|