Metamorfosis de Antonino Liberal
Si alguien, con ocasión de un sacrificio a Atenea, invitaba a las doncellas, el hermano declinaba la invitación. Alegaba que no amaba a la diosa de ojos glaucos, porque las muchachas tenían los ojos negros y, además, él detestaba absolutamente a la lechuza. Si se les invitaba al culto de Ártemis, afirmaba que él odiaba a una divinidad que caminaba de noche. Si se trataba de ofrecer libaciones a Hermes, replicaba que él no honraba a un dios ladrón.
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