Antonia Michaelis
Sus risas sonaron más sinceras que hasta entonces, más relajadas. La vida no era más que un sueño. Una borrachera. En realidad, no estaban allí, no importaba que aspecto tuvieran, no importaba que pensaran los demás.
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Antonia Michaelis
Sus risas sonaron más sinceras que hasta entonces, más relajadas. La vida no era más que un sueño. Una borrachera. En realidad, no estaban allí, no importaba que aspecto tuvieran, no importaba que pensaran los demás.
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EL CUENTACUENTOS de Antonia Michaelis
Vivo -pensó Anna- en una burbuja de jabón. Todo el mundo sabe cosas que yo no sé. Pero quizás tampoco quiera saberlas.
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CANCION DE LA BRUJA, LA de Antonia Michaelis
Decir “lindo” es como decir: “simpático”, y ya sabes que a veces lo decimos cuando no se nos ocurre nada mejor. Si quisieras, podrías ser hermosa, pero linda, jamás.
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CANCION DE LA BRUJA, LA de Antonia Michaelis
—Estás llorando —dijo la bruja. —Sólo es la lluvia —susurró Tim.— Está lloviendo justo en este punto de la habitación, ¿no lo notaste? —Sí, qué rabia —dijo ella con gravedad. |
EL CUENTACUENTOS de Antonia Michaelis
Y yo sigo sin saber cómo es la muerte. Llevamos tanto tiempo en camino y conocimos a tanta gente y nadie, ni uno de ellos, me explicó nunca qué significa la muerte.
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Nashville o el juego del lobo de Antonia Michaelis
Callar era sorprendentemente maravilloso. La hacía invulnerable. Y de algún modo inexplicable hería a otros
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Nashville o el juego del lobo de Antonia Michaelis
El mundo es malo...No vamos a mejorarlo. El principio de pretender lo ideal es absurdo, en realidad
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Nashville o el juego del lobo de Antonia Michaelis
Nashville construía un dique contra la avalancha de culpa. Y ahora ella estaba construyendo su propio dique. En realidad, las personas construyen diques todo el tiempo, diques contra la miseria que fluía todos los días de los televisores y de las radios, que aparecía en los periódicos...que dormía sobre cartones frente al supermercado
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Nashville o el juego del lobo de Antonia Michaelis
Y dio comienzo. Claro que nadie sabía cómo acabaría. La noche de los lobos comenzó encendiendo las velas |
Nashville o el juego del lobo de Antonia Michaelis
¿Cómo lo hacía? ¿Cómo conseguía una persona ser adulta? ¿Tomar desiciones, en algún punto entre el negro y el blanco?
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Nashville o el juego del lobo de Antonia Michaelis
Quien habla puede traicionar. Quien traiciona debe ser eliminado. Aún con más urgencia que antes
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Nashville o el juego del lobo de Antonia Michaelis
No era más que un sendero, un bosque, una noche. Y Nashville no era más que un niño. Quizá fuera todo un juego |
Nashville o el juego del lobo de Antonia Michaelis
Había momentos en los que necesitaba cierto grado de melancolía. Uno mismo podía fabricarse la melancolía, como pájaros de origami. Si caía al río, el agua la descompondríam ya que era una melancolía hecha con papel de colores
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Nashville o el juego del lobo de Antonia Michaelis
Pero así son las cosas cuando tienes dieciocho años y estás en una nueva ciudad. Está permitido no saber lo que se quiere. Quizá sea incluso necesario. Una persona que sabe lo que quiere con demasiada exactitud sólo se mueve en una dirección |
Nashville o el juego del lobo de Antonia Michaelis
¿Quién duerme en la cama? En la cama duerme una persona. ¿Quién está frente a la puerta? Frente a la puerta hay una persona |
¿Cuántas novelas hay en la serie Harry Potter?