En un bosque invernal del norte de Suecia una figura que empuña un cuchillo está descuartizando a una cría de reno. Y no es cualquier reno, es la cría de la pequeña Elsa, una niña sami de seis años que es quien precisamente se topa de bruces con la brutal escena. A pesar de que se oculta tras un árbol, Elsa es percibida por este individuo al que reconoce como uno de los cazadores furtivos de la zona, quien no duda en señalar a Elsa, tocar sus labios con un dedo y luego pasarlo por su garganta. Así, pasarán más de diez años antes de que Elsa sea lo suficientemente valiente como para asumir que Robert Isaksson la amenazó de muerte siendo pequeña y que ha cargado con el miedo y la culpa que conlleva guardar el secreto mientras que los pastores de su comunidad han seguido encontrando regularmente restos de sus renos cazados con fines lucrativos -comercializar con la carne de reno-, pero también por puro sadismo y resentimiento hacia los derechos de uso de la tierra de los samis. “Robo”, el título de esta historia que llega a nuestro país con @navonaeditorial, alude directamente al hecho de que los renos se consideran legalmente animales domésticos, por lo que los delitos ni siquiera cuentan como caza furtiva para la policía, sino simplemente como robo. La autora, también de origen sami, relata esta discriminación que los samis han sufrido a lo largo de los años por su determinación a continuar con un estilo de vida tradicional como pastores. A ello hay que añadir no sólo las crisis de salud mental y las altas tasas de suicidio entre los samis, junto al acoso racista en las escuelas y cómo afecta el calentamiento global a la cría, sino a lo que significa también ser mujer sami. En esta historia, Elsa tendrá que enfrentarse también a las actitudes sexistas de su comunidad que no espera ni considera que las mujeres asuman roles de liderazgo o la propiedad de los rebaños. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |