El odio que das de Angie Thomas
La señorita Brenda mueve las manos. Sus ojos rojos me recuerdan algo que dijo Khalil cuando éramos pequeños, que su mamá se había convertido en un dragón. Él decía que algún día él sería el caballero que rompería el hechizo y la traería de vuelta. No tiene sentido que él vendiera drogas. Yo habría pensado que su corazón roto no se lo permitiría. |