El Alma del Viñedo de Angela Bennett
—Pero no es solo eso, ¿verdad? —No, no es solo eso —confirmó ella—. Me gusta todo esto. El viñedo es mágico, ese olor que está en todas partes, una mezcla dulce y ácida al mismo tiempo me encanta —confesó ella—. Ser testigo de cómo la fruta se convierte en vino, el ritmo de trabajo de la finca, la tranquilidad que hay aquí… —Veo que te has enamorado. |