Háblame de ti. Carta a Matilda de Andrea Camilleri
He aprendido poquísimas cosas y voy a decírtelas. La primera es que el lobo no es, como te han contado en los cuentos, malo. El lobo no es ni malo ni bueno; eso son sólo adjetivos que le colgamos sin que se entere siquiera; el lobo muerde solamente cuando tiene hambre. El hombre muerde no por hambre, sino por envidia, por celos, por rivalidades, y eso, a diferencia de lo que ocurre con el lobo, lo hace culpable.
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