Metafísica de los tubos de Amélie Nothomb
Ya había bautizado a cuatro personas; y en cada ocasión les hice tan felices que ya no dudé nunca más de la importancia de la palabra: demostraba a los individuos que estaban allí. Llegué a la conclusión de que no estaban seguros de que eso fuera así. Me necesitaban para saberlo. ¿Significaba eso que hablar equivalía a conceder la vida?
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