Ordeno y mando de Amélie Nothomb
-Si un invitado muere repentinamente en su casa, sobre todo no avise a la policía. Llame a una taxi y pídale que les lleve, a usted y a ese amigo que se siente indispuesto, al hospital. El fallecimiento no será certificado hasta llegar a urgencias y de ese modo podrá demostrar, con la ayuda de testigos, que el individuo en cuestión murió por el camino. Gracias a lo cual, le dejarán en paz.
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