Ordeno y mando de Amélie Nothomb
Sin embargo, la libertad no puede cargar con el peso del recelo. Quien haya decidido ser libre no puede ir arrastrando esos pensamientos mezquinos, puntillosos, burocráticos, que por qué dijo eso o por qué dijo lo otro, etc. Quería comerme la vida a bocados, sentir la exaltación de la existencia. Para conocer la embriaguez de navegar mar adentro, nada mejor que adoptar la identidad de un desconocido. |