Para convertir a las chicas en monstruos de Amanda Lovelace
apoyo la cabeza sobre tu pecho y la canción en tu interior suena como la banda sonora de mi salvación -nunca tuve buen oído para la música |
Para convertir a las chicas en monstruos de Amanda Lovelace
apoyo la cabeza sobre tu pecho y la canción en tu interior suena como la banda sonora de mi salvación -nunca tuve buen oído para la música |
Para convertir a las chicas en monstruos de Amanda Lovelace
parece salido de un cuento de hadas pero aún no decido si es el caballero que vino a rescatarme o el monstruo voraz que vino a engullirme y dejarme gritando en la oscuridad -creo que cualquiera de los dos me daría igual |
Para convertir a las chicas en monstruos de Amanda Lovelace
enamorarme de ti fue como ese momento sabido, mortal, sin aire sin control que precede a un choque fatal. -prepárense para el impacto |
Para convertir a las chicas en monstruos de Amanda Lovelace
(cuando una chica muy, muy triste y con el corazón destruido se encuentra cara a cara con un chico precioso que adora destrozar corazones más que a nada en el mundo, ¿hay forma alguna de que eso no termine en un baño de sangre?). -esa historia parecerá trillada, pero es la nuestra |
Para convertir a las chicas en monstruos de Amanda Lovelace
él me decía que yo era una obligación como ir al supermercado con el estómago vacío pero tú me dijiste que yo era esencial como ese cigarrillo después de la cena. nunca alcanza con solo uno. -la diferencia |
Para convertir a las chicas en monstruos de Amanda Lovelace
¿por qué otra cosa vale la pena vivir si no es por tu único amor verdadero? -hoy le respondería: por todo |
Para convertir a las chicas en monstruos de Amanda Lovelace
dedicado al que dio un paso atrás y me dejó CRECER |
Para convertir a las chicas en monstruos de Amanda Lovelace
ah, sí, sé lo que piensas, pero los poemas que encontrarás en este libro no van a inmortalizarte. estos poemas son el medio por el cual por fin estarás muerto para mí: te habré lamido de mis entrañas hasta dejarlas limpias, como la última cucharada de miel que queda en el fondo del frasco. finalmente todos sabrán lo que me hiciste hace tantos años, pero nadie podrá quitar el sabor amargo que tu nombre me deja en la lengua... ¿o sí, ---? (esta es tu tumba sin nombre) |
Moby Dick, Herman Melville