La estrategia del pequinés de Alexis Ravelo
justamente en ese instante, la escuchó suspirar, la sintió volverse hacia él y dar los buenos días de una forma que indicaba que en sus labios solo podía haber una sonrisa.
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La estrategia del pequinés de Alexis Ravelo
justamente en ese instante, la escuchó suspirar, la sintió volverse hacia él y dar los buenos días de una forma que indicaba que en sus labios solo podía haber una sonrisa.
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