Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
jAh! Juntos habíamos caminado, ella y yo, durante el primero más hermoso tercio de nuestra vida, cogidos de la mano a lo largo d encantador y florido sendero de la juventud, y he aqui que, llegados a una encrucijada, ella se separa de mí para que sigamos cada uno un camino diferente, que nos irá alejando cada vez más al uno del otro. Y para llegar al término de ese camino, ¡estoy solo, Señor!
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