Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
De rabia, sí; de humillación. ¡Haberme visto obligado a rebajarme hasta suplicar, yo, el rey! Toda mi vida detestaré este momento. Hermana mía, me habéis hecho sufrir en un segundo más pesares de cuantos había previsto en las mas duras extremidades de esta vida.
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