Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
Haréis mejor, María, en desear que esas mujeres amen realmente a vuestro marido. En primer lugar, el amor constante de la amada es un elemento de rápida disolución para el amor del amante; por otra parte, la amada, a fuerza de amar, pierde todo su dominio sobre el amante, del que no ambiciona el poder ni la riqueza, sino tan solo el amor. De modo que haréis bien en desear que el rey no ame apenas y que su amante ame mucho
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