Los mosqueteros II: El vizconde de Bragelonne: 2 de Alejandro Dumas
Colbert, salvo por lo que respecta a la grandeza personal y la grandeza de corazón, se parecía en muchos aspectos a Fouquet. Tenía la misma penetración, el mismo conocimiento de los hombres y, además, esa gran fuerza de contracción que da a los hipócritas el tiempo necesario para reflexionar y recogerse para tensarse
|