La loca de la puerta de al lado de Alda Merini
La poesía va a la caza de direcciones, de lagartijas, la poesía lleva ropa silvestre y rufianesca, la poesía siempre está detrás y fuera del teatro de nuestra piel. Por estas ficciones homéricas, ¡oh! metáfora de nuestro cansancio, ten piedad de lo que, con el paso del tiempo, siguió siendo igual a sí mismo. Y si caes, palpita entonces con este dialecto inverosímil que es nuestra lengua interior, ya interese al abogado o al público femenino del Circo Máximo. Mira hacia otro lado para no ver la masacre del genio.
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