Cinco cerditos de Agatha Christie
A Poirot le acudió una rima infantil a la memoria. La reprimió. No debía pensar siempre en las aleluyas infantiles. Parecía haberse convertido en obsesión suya últimamente. Y, sin embargo, la rima persistía. Este cerdito fue al mercado... este cerdito se quedó en casa.. |