El pudding de Navidad de Agatha Christie
Poirot se estremeció de nuevo. La idea de una casa solariega inglesa del siglo XIV le producía espanto. Lo había pasado muy mal en las históricas casas solariegas inglesas. Miró complacido su piso moderno y confortable, provisto de radiadores y de los últimos inventos destinados a evitar la menor corriente de aire. - En invierno - manifestó - nunca salgo de Londres |