El templete de Nasse House de Agatha Christie
Mrs Oliver se llevó las manos a la cabeza. Estaba a punto de pasárselas frenéticamente por el pelo on su gesto familiar, cuando recordó lo intrincado del nuevo peinado. En su lugar, se desahogó tirándose de los lóbulos de las orejas. -¡Debo de ser una estúpida! - se dolió -. Pero creo que algo anda mal. |