Aquel chico folk de AMY JEAN
Esa quizá ha sido la mayor lección de este año: un corazón roto no te impide vivir ni sentir. Hay que empeñarse en rellenar las grietas y un día esos ríos se fundirán con los trozos y se transformarán en una pieza fuerte y compacta que latirá de nuevo con la mayor intensidad.
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