Durante las celebraciones de la noche del solsticio, un dragón altera la paz de Mythcrest. Eyra, una estudiante de magia, se verá en la necesidad de tomar las riendas y proteger a los que ama, pero este ataque enmascara unos sucesos más oscuros... Con esta premisa nos adentramos en el primer tomo de un manga de fantasía oscura que se me ha quedado a medio gas. Lo que más destaco de esta historia es su ambientación. La fantasía oscura, el transfondo, la mitología, con dioses que intervienen en la trama... Todo eso me ha encantado. Además, el estilo de dibujo me ha gustado mucho; visualmente se disfruta bastante. En cuanto a los personajes; creo que aún queda bastante por ver pero, en general, también me han gustado, especialmente la protagonista. Lo que me ha sacado un poco de la historia han sido dos factores. Por un lado, el orden de lectura de los diálogos me ha resultado un poco confuso en algunas viñetas, lo que hacía que tuviera que releer para captar algunas conversaciones. Y, por otro lado, me ha dado la sensación de que se quiere contar mucho en pocas páginas y, a consecuencia, se pierden cosas. En una página estamos viviendo un momento de tensión y, en la siguiente, ya ha pasado un tiempo y han cambiado muchas cosas. Esto último me daba la sensación de que me había perdido algo. A pesar de las cositas que han desinflado mi primera impresión de la historia, sí que quiero leer el segundo tomo, pues, para mí, la ambientación y la trama de fantasía oscura pesan más que los aspectos negativos. Y reconozco que el final de este tomo me ha dejado intrigada. + Leer más |