Volver de Toni Morrison
Mírate. Eres libre. Nada ni nadie está obligado a salvarte excepto tú. Siembra tu propia tierra. Eres joven y mujer y hay limitaciones serias en ambas, pero también eres una persona. No dejes que Lenore ni un noviecito y ciertamente ningún doctor del demonio decidan quién eres. Eso es esclavitud. En algún lugar dentro tuyo está esa persona libre de la que hablo. Ubícala y déjala hacer algo de bien al mundo.
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