El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
Creo que casi todos los novelistas tenemos la intuición, la sospecha o incluso la certidumbre de que, si no escribiéramos, nos volveríamos locos, o nos descoseríamos, nos desmoronaríamos, se haría ingobernable la multitud que nos habita. Sin duda sería una existencia mucho peor. O quizá incluso ni llegara a ser una existencia.
|