Respiración artificial de Ricardo Piglia
Wittgenstein era un hombre de genio, si es que eso existe, pero en su vida fue desdichado como pocos y vivió atormentado hasta su muerte. Atormentado por sus ideas, no por otra cosa; atormentado porque quería pensar bien y porque tenía enormes dificultades para escribir. De hecho publicó un solo libro antes de su muerte el Tractatus logico-philosophicus en 1922, concluido, por lo demás, a los 29 años. Pocas obras produjeron en la historia de la filosofía el efecto de ese libro de 60 páginas.
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