Dionisíacas. Cantos I-XII: 1 de Nono de Panópolis
Evio rió, fue golpeado por el tierno pie del coetáneo mancebo, y se deslizó estirado de espaldas en la arena; al estar Baco extendido voluntariamente encima de la tierra, el muchacho se sentó sobre el desnudo vientre
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