Dionisíacas. Cantos I-XII: 1 de Nono de Panópolis
Tomó así por tercera esposa a la hija de Hipseo y abandonó su amor por Ino. Entre tanto, mediante dulces cantos de nodriza, consolaba y calmaba a Melicertes, que pedía por la madre; lo hacía dar vueltas por los aires y, cuando lloraba por el lácteo alimento de la teta, le ofrecía su pecho de hombre, para saciar sus ansias de madre
|