Ondina de Motte-Fouqué barón de la
El hombre alto y blanco, en el que Huldbrand reconocía al tío Kuhleborn, y Bertalda al espectral cuidador de la fuente, se les aparecía a menudo con actitud amenazadora, en especial ante Bertalda, de modo que ella ya había caído varias veces enferma del susto, en incluso había pensado en abandonar el castillo.
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