Ojos negros, entre luces y sombras de María Cristina Adassus
Alejandro Heit y su familia se instalaron en la Colonia Dos y a partir de ahí se produjo un gran cambio en sus vidas. El lugar era acogedor, había abundante trabajo, la tierra era fértil y apta para el cultivo de trigo, el clima los favorecía y estaban en la falda de las Sierras de la Ventana, donde el paisaje increíble les permitía ver el sol esconderse tras sus cerros.
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