La muerte también juega al ajedrez: Ficción histórica, aventuras y suspense de Luis Ablanque Ramírez
-De España ¿eh? Ustedes nos trajeron la desgracia. Claro, que de no haber sido los españoles, hubiesen sido otros. Además, fueron peores los que se quedaron con el mando después de echarlos a ustedes. Aún hoy seguimos sin poder disponer de lo que siempre fue nuestro. Nos quitaron todo. Nuestro pueblo sufre hambre, infecciones, pobreza. Los niñitos se nos mueren apenas nacer, y raro es el indígena que llega a cumplir más de cincuenta años. Pero hubo un tiempo en que fuimos un pueblo grande y poderoso. Eso no lo olvidamos. Algún día volveremos a ser lo que fuimos.
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