Pasado la primera impresión y la subida de adrenalina, los jóvenes aventureros escondidos del ejército invasor empiezan a ver la realidad de la invasión: el cansancio, las tensiones internas, adultos decepcionantes, un enemigo no tan "modélico". La guerra es sucia, no hay blanco ni negro, sino escalas de grises, y nuestros protagonistas están empezando a verlo. |