Medea de Eurípides
Esto deseo para mí: envejecer lejos de las grandezas, en lugar bien seguro. Ya por sí mismo se impone el nombre mismo de moderación; y la moderación sólo ventajas les trae a los humanos. Los excesos, en cambio, no traen ninguna utilidad: sino sólo calamidades, cuando la divinidad su cólera desata contra una familia.
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