Tristán e Iseo de Béroul
Lloraba copiosamente, pero de nada le sirve, porque ya lo sacan fuera con gran escarnio. Iseo llora, casi enloquece |
Tristán e Iseo de Béroul
Lloraba copiosamente, pero de nada le sirve, porque ya lo sacan fuera con gran escarnio. Iseo llora, casi enloquece |
Tristán e Iseo de Béroul
Al dar el brinco Tristán hacia su cama, cae la sangre (grave es la situación) de la llaga en la harina |
Tristán e Iseo de Béroul
Vieron hace unos días a la hermosa Ideó com Tristán en tal postura, que ningún hombre debe tolerar; y en varias ocasiones los han pillado acostados en el lecho del rey Marco, desnudos |
Tristán e Iseo de Béroul
¡Oh Dios! ¿quién es capaz de contener el amor un año o dos sin traslucirlo? Y es que el amor no se puede ocultar: se hacen con frecuencia mutuos guiños, igual a escondidas que a la vista. No siempre son capaces de esperar la ocasión |
Tristán e Iseo de Béroul
Cuando me halle en otras tierras y oiga a un caballero hablar de guerra, no me atreveré a pronunciar palabra: el desvalido no tiene derecho a hablar. Ahora tendré que soportar a Fortuna, que harto mal y pesar me ha dado ya |
Tristán e Iseo de Béroul
El rey cree que por lujuria, don Tristán, la he amado. ¡Pero yo proclamo ante Dios mi lealtad! |
Tristán e Iseo de Béroul
Cuando partimos de Irlanda, la reina nos regaló a cada una una camisa blanca. Pero Iseo la vistio durante el viaje, la manchó y, para colmo, se le rasgó. La noche de su boda, me pidió le prestara la mía, pues la suya no estaba en condiciones para esa ocasión. Yo accedí, aunque me hice algo de rogar, Esta vacilación es el único motivo que podia tener Iseo para perderme
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El invierno en...