Nita está pletórica de felicidad: Alicia se está recuperando de su operación, y su nueva ilusión la desborda; a pesar del mucho miedo que tenía a dar un paso en su nueva relación, lo ha dado y es dichosa, aunque no quiere lanzar las campanas al vuelo, la vida es demasiado dura y ella ya lo sabe de primera mano. Víctor también se había encontrado consigo mismo y había conseguido superar, si es que eso puede hacerse, el tremendo palo que le dio la vida. A pesar de sus reticencias también ha decidido saltar sin red, lo que no imagina es que el destino va a poner en su camino un accidente de coche en el que se dejará la memoria y recogerá la incertidumbre de no saber quién es; a su espalda se subirá la impotencia y los múltiples dolores que formarán parte de su vida de ahora en adelante. La angustia del no poder recordar, de tener que hacerse una vida nueva cada mañana será lo que lastre a Víctor que aun siendo un músico de rock muy reputado no es capaz de reconocer ya tampoco su música, la que era su pasión. Ana, con su mochila de negación, odio y egoísmo se enfrentará al mundo para conseguir recuperar a un Víctor desmemoriado que la aceptará sin pensar en todo lo que le está ocultando tras su envoltura de frivolidad. Nita va a llevar varios frentes haciendo de la mujer fuerte que es, que tras cada caída vuelva a resurgir, a sacar fuerzas de donde ya no le quedan, enfrentándose al dolor del olvido y la tremenda situación de acoso y malos tratos que recibe por parte de su expareja, que van a ir in crescendo ante la pasividad e incredulidad de las autoridades. Ana es egoísta y altanera, mentirá y se mentirá, luchará contra todo lo que se ponga delante de ella, echando mano de todas las armas a su alcance con tal de no sentirse sola, sin saber o no querer saberlo que la soledad es cada vez más profunda. El otro gran protagonista es el destino, cruel y desquiciante que juega una y otra vez con los personajes haciendo de sus vidas un infierno con destellos de luz. Esa luz que se dejará ver enseñoreándose en la figura de un gran gato blanco que escurridizo se deslizará entre todos ellos, que hará que deseemos que se siente, que deje de moverse, que represente una paz que ansiamos para ellos. Una novela pausada, de belleza desgarradora que cuenta la parte de la vida que no sale en los titulares, la parte triste, la parte oculta que nos muestra las miserias que nos puede deparar el destino y de cómo no siempre la vida es fácil de vivir. Lo recomiendo, siempre sabiendo a lo que te vas a enfrentar, es una novela que cala. Enlace: https://laisladelasmilpalabr.. + Leer más |