No hay mejor medio a la hora de transmitir una enseñanza que el entretenimiento. El recurso conocido en la Literatura como «docere delectando» se aplica a la perfección en Cuéntame Sésamo, donde nos encontramos un sinfín de curiosidades y conocimientos sobre las plantas introducidas gracias a los cuentos infantiles más populares de todos los tiempos. Ya desde el primer vistazo, el libro resulta llamativo. Las excelentes ilustraciones que lo adornan funcionan como soporte visual a la hora de identificar y retener con mucha mayor facilidad el vegetal al que se está haciendo referencia. En cuanto a esto, he de admitir que uno de los muchos elementos que me han encantado ha sido el uso de pequeñas etiquetas en la mayoría de páginas que proporcionan una información más detallada y científica de las plantas analizadas. Y es que cada planta, como sucede con las manzanas, es un mundo, y estos detalles pueden resultar muy útiles para acercarnos más a estos seres vivos que, después de todo, suelen estar siempre a nuestro alrededor, pese a que no les prestemos demasiada atención. El didactismo se funde con la imaginación y la diversión para dar lugar a un buen manual de plantas para que los niños (y no tan niños) aprecien la riqueza que vive en su entorno. El trabajo invertido para valorar el papel de las plantas en los cuentos tradicionales resulta espléndido, y es que quizá, sin una manzana que hechizase a Blancanieves o un bosque de bambú a disposición de los Tres Cerditos, estas historias hubieran tenido finales muy diferentes. Incluyendo, además, instrucciones para elaborar recetas y otros útiles con materiales provenientes de las plantas, el libro da pie a que cualquier niño y niña que tenga la buena suerte de contar con este en su estantería pueda poner en práctica lo aprendido y dejar libre su imaginación para crear más y más y no olvidar las excelentes aliadas que las plantas pueden serle en todo momento. + Leer más |