Entrevista a Bárbara Espinosa, autora de Averno Verano
Artículo publicado el 08/02/2023 por Lucía Moscoso Rivera
Cinco personajes, con vidas aparentemente ajenas, confluyen en un edificio cerca del Retiro, durante un sofocante verano madrileño: un joven padre de familia, una filóloga disfrazada de azafata, una opositora de clase alta, una madre y su hijo llegados de Colombia, sus historias van de migración, clases sociales, racismo y de infiernos tan personales como colectivos. Averno Verano (Altamarea 2022), es la primera novela de Bárbara Espinosa, abogada y confundadora de la editorial La Navaja Suiza, con quien conversamos para conocer de cerca su proceso de escritura y sus experiencias como lectora.
Has estado vinculada a la literatura como editora ¿qué te llevó a pasarte al lado de la escritura?
Sí, en efecto, soy editora y socia fundadora de La Navaja Suiza. El salto no fue premeditado. La escritura de esta novela fue puramente casual. Había escrito en 2014 un par de relatos, que, en verano de 2020, tras el confinamiento, me planteé convertir en una novela. En principio, era tan solo un ejercicio para mí misma. No quería dejar a los personajes que protagonizaban los dos primeros relatos en un cajón.
Averno Verano es tu primera novela ¿Cómo surgió su escritura?
Los dos primeros capítulos los escribí en julio de 2014 con apenas unos días de diferencia cuando vivía en Bogotá. Los archivé en una carpeta en mi portátil, y siempre pensé que quería retomarlos y ver dónde me conducían, pero nunca tenía tiempo, algo que nos pasa a todos nosotros. Tras el confinamiento, en julio de 2020, pensé que era el momento de revivirlos.
Estamos ante una novela polifónica ¿te interesaba contar una historia desde diferentes puntos de vista o presentar varias historias que se cruzan?
Me interesaba hablar de realidades de dos países muy distintos, de clases sociales diferentes, a veces contar el mismo episodio a través de dos miradas. El germen de la novela, esos dos relatos iniciales, me permitían sumar otros personajes. Siempre me han gustado las películas o libros de vidas cruzadas.
Los personajes confluyen en un edificio cerca del Retiro en Madrid ¿Por qué este escenario?
Cuando ideé los personajes, pensé en que necesitaba un lugar donde pudieran conocerse, ya que eran muy distintos entre sí. Un día, visitando a un amigo en su nueva casa, encontré el patio de manzana y decidí hacer de ese edificio cercano al Retiro el escenario.
La novela habla de violencia, racismo y clasismo ¿Concibes la literatura como una posibilidad de denuncia?
Creo en el papel de denuncia de la literatura, aunque este no era un objetivo premeditado. Solo quería compartir una realidad que a mí me marcó mucho cuando vivía en Colombia. Quise unir dos ciudades especiales para mí, Bogotá y Madrid, y, de manera involuntaria, hablé de sus miserias.
El título es un sugerente juego de palabras que además hace referencia a las altas temperaturas de Madrid en verano ¿Cómo y en qué momento de la escritura surgió?
Los dos primeros capítulos los escribí en Bogotá en julio de 2014, una ciudad en la que el clima apenas cambia a lo largo del año. Sin embargo, cuando decidí revivir a los protagonistas de los dos relatos iniciales, Mercedes, Gladys y David Luis, era verano en Madrid, y, de manera inconsciente, trasladé el calor sofocante de aquellas semanas a la atmósfera de la novela. El título se me ocurrió una noche, una vez que ya había terminado la novela, cuando estaba a punto de dormirme. Cogí el móvil, y grabé una nota de voz para que no se me olvidara.
Gladys y su hijo David Luis, Tomás, Elena y Mercedes son personajes bastante diversos ¿Cómo fue su creación?, ¿cuál de todos ha quedado resonando en ti después de la escritura?
En primer lugar, llegaron a mí David Luis y Gladys. El día que escribí ese primer relato, que años después se convirtió en el primer capítulo, Brasil había perdido de manera estrepitosa frente a Alemania. Vi por casualidad el final del partido y las declaraciones del capitán brasileño, que me impactaron por la desolación que transmitían. No soy una aficionada al fútbol y me sorprenden las reacciones tan viscerales que despierta. Al vivir en Bogotá, pensé también en los niños que acompañaban a sus padres encima de mulas mientras recogían basura y, al mismo tiempo, en tantas mujeres colombianas que están obligadas a ejercer de madres solteras. Mercedes llegó a mí a los pocos días, tras pensar en un tipo de mujeres jóvenes que viven todavía en barrios tradicionales en Madrid, por los que parece que no ha pasado el tiempo.
Bárbara Espinosa y sus lecturas
¿Qué libro te incentivó a escribir?
No hay un título en concreto que me impulsara a escribir la novela. Creo que en general fue el amor por los libros y las historias.
¿Cuál fue tu primer gran descubrimiento literario?
Los clásicos de la literatura rusa, francesa e inglesa que leí en mi adolescencia.
¿Qué libro relees con frecuencia?
No suelo releer ningún libro, pero siempre me aseguro a mí misma que releeré pasados los sesenta. Pero, al mismo tiempo, tengo miedo de que las relecturas hagan que me desenamore de títulos que me marcaron en el pasado.
¿Qué libro te da vergüenza no haber leído?
La regenta, de Leopoldo Alas Clarín.
¿Quién es el diamante literario que harías descubrir a nuestros lectores?
Animaría a descubrir la obra del escritor estadounidense William Gass.
¿Algún clásico de la literatura que consideres sobrevalorado?
Si se puede denominar como clásico, en mi opinión, está sobrevalorado La invención de Morel, de Bioy Casares.
¿Tienes una cita literaria de culto?
No tengo ninguna en concreto, pero a veces me acuerdo mucho de una de Ulises, de Joyce: «ya que no podemos cambiar de país», cambiemos de tema».
¿Qué estás leyendo actualmente?
Magníficos rebeldes. Los primeros románticos y la invención del yo, de Andrea Wulf y poco a poco Diarios, de Iñaki Uriarte.
Descubre Averno Verano de Bárbara Espinosa, publicado por Altamarea.
