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Alma se muda al norte del país para cubrir una plaza en un colegio privado y se instala en Villa Nieves, una casa que parece estar encantada. Sin saber con lo que se va a encontrar, comienza a vivir allí mientras se enfrenta a sus primeros días en la escuela, donde se da cuenta de que no es oro todo lo que reluce. Alma, con la ilusión de los nuevos comienzos, no esperaba encontrarse con un inquilino especial entre las paredes de su nuevo hogar: el espíritu de un hombre atractivo, con malas pulgas y testarudo. ¿Por qué está allí? ¿Cuál es su historia? Alma se enfrentará a toda una aventura mientras se encariña con un niño de su clase, mientras siente una atracción irrefrenable hacia el espectro que habita en su casa, a pesar de ese tira y afloja que mantienen desde el principio, y mientras se desvive por ayudar al pequeño Rubén. ¿Puede el amor llegar de la manera más loca? ¿Podrá Alma conseguir ayudar a los que la rodean y hacerles recuperar el espíritu navideño? La historia que se esconde en El espíritu de la navidad es mágica, tierna e hilarante al mismo tiempo. Es una historia adictiva, rápida de leer y llena de espíritu navideño, amor y familia. Conocer a Alma y a ese espectro que necesita de su ayuda ha sido una experiencia divertidísima y me ha resultado ideal para la época en la que estamos. La autora no solo consigue hacernos reír, sino que, además, consigue hacernos reflexionar sobre lo que significa la Navidad, el espíritu navideño, y el valor de la familia. Nos invita a ser nosotros mismos, a luchar por lo que queremos ser y a aceptar a los demás con sus virtudes y defectos. Todos somos especiales de una manera u otra y nadie tiene derecho a querer cambiarnos o a no aceptar nuestras peculiaridades. Sin duda, ha sido un acierto total leer esta historia tan entrañable. La recomiendo muchísimo. |
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