Una historia crepuscular

Una novela de uno de mis escritores favoritos, recupero esta reseña , tenía ganas de recordar mis lecturas de Zweig, no hay nadie como él para provocarnos emociones infinitas, es un gran maestro que sabe activar todas nuestras facultades sensoriales.

Querido maestro, sus obras forman parte de mi aprendizaje como lectora y como persona. Y no puedo olvidarme del festín que nos ha proporcionado la editorial Acantilado al traducir y presentarnos los títulos de la extensa bibliografía de Zweig.

Cuando entras en el mundo de este gran autor, no existe nada más, cuando lo estás leyendo, lo único que existe es lo que te está transmitiendo.

Independientemente de la obra elegida, las que más te gustan, las de diez o las de nueve, sin embargo, siempre nos envuelve la fascinación ante sus bellísimas descripciones que nos hacen revivir grandes emociones y recuerdos intensos.

Y este libro es un ejemplo, lo podemos definir como un gran viaje hacia el descubrimiento de los sentimientos, porque nadie como él para describirnos las sensaciones que podemos experimentar.

También es extraordinaria la forma en la que el autor crea su distanciamiento de la historia, puesto que dice habérsela escuchado a un conocido.

Empezamos por su título, “Una historia crepuscular” en él ya nos apunta que el crepúsculo es un momento de cambio, llega con la caída del sol, y es cuando se despiertan las relaciones ocultas, pero también representa la caída de la infancia y el inicio de nuevos descubrimientos, es el crepúsculo de la infancia y el despertar a la edad adulta y al amor. eso es lo que nos vamos a encontrar. ¡Y de qué manera!.

Una novela corta en un único pero maravilloso escenario, un castillo escocés donde todo puede suceder, sobre todo al caer el crepúsculo.

Así es como el joven protagonista, un joven inglés, Bob, pasa un verano en compañía de los suyos y también con otras familias y donde se siente bastante solo, desubicado y aburrido, no se integra ni en las cacerías, ni en los paseos a caballo ni en las aburridas tertulias después de las comidas.

Sin embargo, a la hora crepuscular sale al jardín y en una atmósfera tan magnética y misteriosa, va a ocurrir lo inesperado, un intenso encuentro que será el comienzo de su despertar.

Entre el ensueño y la realidad va a vivir con deseo, la llegada de la noche escocesa envuelta siempre en misterios, para conseguir entregarse al mayor éxtasis sensual de una mujer, ya amada, que no se deja conocer. ¿O se ha enamorado del amor? Todo es posible.

Después tratará de descubrir quién es la mujer que le ha hecho vivir los sentimientos de una manera tan impetuosa y en una atmósfera tan peculiar y fantástica.
Tiene una sola prueba, una señal en forma de un sello que ha quedado marcado en su brazo ¿La encontrará?

Indudablemente es el amor y la pasión juvenil el centro de una novela tan tierna, pero yo creo que, como en todas sus obras, Zweig esconde algo más. En este caso, meditaremos sobre la sensualidad y su importancia en la vida.

Es un bellísimo relato cargado, de pasión, de magnetismo, de misterio pero también, una gran reflexión filosófica sobre aquellos primeros impulsos amorosos que todos hemos sentido, y además, es también una excelente manera de expresarnos la enorme repercusión que tiene en nuestra vida el primer amor y su idealizada e inocente pasión en el recuerdo.

Una preciosa historia romántica y el mundo de la sensibilidad en la que todos nos podemos sentir identificados, y donde Zweig nos aporta su amplio sentido empático.

Clasicismo, romanticismo, un tono de fantasía y una gran introspección sobre el paso del tiempo, escrito con la prosa delicada y la elegancia en el estilo de un gran maestro, que logra seducirnos desde las primeras líneas.

Leer a Zweig es siempre un placer que necesito. ¿Y ustedes?