Novela de ajedrez

Mirko Czentovič posee una habilidad innata para el ajedrez que lo ha llevado a ser campeón mundial en esta disciplina; durante una travesía en barco alguien lo reconoce y le propone jugar unas partidas, entre tanto otro pasajero, el Señor B., "asesora" a los contrincantes ante una jugada, hecho que no pasa desapercido y que gracias al él quedará la partida en tablas; y es que este hombre aprendió a jugar de una manera muy particular, esa que nos relatará durante la novela y que nos hará reflexionar sobre lo que implica mantener el cerebro activo y ocupado aún en situaciones atroces

Una novela corta que se lee de una sentada pero con mucho trasfondo; nos habla de una tabla de salvación en un juego con múltiples posibilidades, la importancia de tener la mente ocupada, el peligro de convertir el ocio en vicio, el poder que da la paciencia y de estudiar con calma y claridad cualquier situación

Hay una parte que me ha recordado al cortometraje de Pixar donde se ve a un abuelito jugando una partida de ajedrez y enfrentándose a un contrincante difícil de vencer, él mismo, porque "querer jugar contra uno mismo representa, en definitiva, una paradoja tan grande en ajedrez como querer saltar sobre la propia sombra